Tres regresos memorables a la cima cuando lo daban por retirado

La carrera del suizo estuvo plagada de momentos épicos. Sin embargo, fue una moneda común a lo largo de su trayectoria que tanto la prensa como los aficionados hayan intentado retirarlo cuando ha pasado por períodos no tan fructíferos en cuanto a títulos y victorias. Algo que el propio Roger se encargó de disipar volviendo a lo grande en numerosas ocasiones. 

 

Por Tomás Ressa

En este artículo, repasamos los momentos en que se lo dio por acabado y, con la convicción de las leyendas, volvió a subir a lo más alto:

2009. La espina finalmente quitada

El año 2008 fue la caída de un imperio que con tiranía se había instalado en el 2004: tras cuatro temporadas de un éxito inaudito, Roger se vio destronado por Rafael Nadal, quien le arrebató el Nº1 del mundo y lo venció en las finales de Roland Garros (con paliza incluida), y Wimbledon, en lo que fue la derrota más dura de su carrera hasta ese entonces. Solo el título del Us Open a fines de 2008 maquilló una temporada esquiva para él, donde le derrotaron jugadores como Mardy Fish, Andy Roddick, James Blake, a quienes siempre les tuvo tomada la medida. 2009 lo iniciaba a un gran nivel, arrasando a sus rivales hacia la final, pero cayendo en la definición en un durísimo encuentro ante quien ya era su verdugo, Rafael Nadal (7-5 3-6 7-6 3-6 6-2). Federer acabaría ese encuentro llorando por la impotencia, y muchos fueron los que se atrevieron a retirarlo tras perder su 3º final al hilo en Grand Slams contra Rafa.

El suizo demostraría por qué es uno de los mejores de la historia del deporte, firmando una remontada espectacular en lo que restaba del año: ante la eliminación de Nadal en Roland Garros (8vos de final vs Soderling), Roger no dejaría pasar la oportunidad y se llevaría el torneo que tanto se le resistía sin su némesis en el camino, completando los 4 Grand Slams. Aumentaría la épica conquistando también Wimbledon en una final decidida en el 16-14 del quinto set frente a Andy Roddick, superando los 14 grandes de Pete Sampras, volviendo al Nº1 del mundo y siendo el tercer jugador en ese entonces en conquistar Roland Garros y Wimbledon en la misma temporada, considerada la transición más difícil del deporte.

Perdería la final del Us Open en cinco sets frente a un Juan Martín Del Potro que jugó el partido de su vida, pero cerraría la temporada como Nº1(la quinta y última terminando en la cima), y con un regreso impoluto a los laureles. Federer demostraba que tenía cuerda para rato, callando muchas bocas.

2012. El retorno del rey

Australia 2010 fue el último Grand Slam ganado por Roger durante un largo tiempo. Con la tendencia del 2009 y ganando el primer grande del año, pocos preveían la debacle que se avecinaba: entre Roland Garros 2010 y 2012, pisaría solo una final de un grande (RG 2011), perdería el Nº1 frente a Nadal en 2010, que tuvo un año brutal, y luego vería la eclosión definitiva de Novak Djokovic, quien en 2011 obtuvo 43 victorias consecutivas, 3 Grand Slams y se instaló como el nuevo líder del ranking.

Federer logró una gran recta final de temporada en 2011, llevándose la copa de Maestros, e iniciaría un 2012 con altos y bajos, donde la mayoría de los grandes títulos se disputaban entre Rafael Nadal y Novak Djokovic en su prime.

Con 31 años, descartado como favorito en la lucha por los grandes títulos ante la juventud de sus rivales, Roger Federer aún tenía algo para decir. Ganaría Indian Wells, Madrid (que se disputó sobre arcilla azul) y erigió un regreso apoteósico a la cima en Wimbledon 2012.

Derrotó a Novak Djokovic (1º) en semifinales para medirse ante el local Andy Murray en la final, otro hueso duro de roer y que venia jugando un gran tenis. En una final que el británico venía dominando con claridad y que se vio interrumpida por la lluvia, lo que llevó a la organización a poner el techo retractil, Federer cuajó una gran remontada para llevarse su séptimo Wimbledon y volver al Nº1 del mundo cuando nadie lo esperaba.

Lo mantendría hasta las rectas finales de esa temporada, pero no lograría finalizar en la cima (aquel año lo haría Novak Djokovic). Por contexto, 2012 se antojaba el epílogo de su extensa carrera. No sabíamos que, aún, quedaba una última danza.

2017. The last dance

La frutilla del postre. Un regalo para su carrera y para todos sus aficionados. 2017 parecía destinado a ser el año de retiro de Roger Federer. Luego de una temporada floja (2013), el suizo se vio obligado a renovar su juego con 33 años, donde apostó por una táctica más agresiva, priorizando las subidas a la red y buscando la definición en pocos puntos ante la superioridad física de Novak Djokovic y los jovenes emergentes.

2014 y 2015 fueron dos grandes temporadas, donde jugó tres finales de Grand Slam (Wimbledon 2014 y 2015 y Us Open 2015) en las que el hombre del momento, en su peak, pudo con el: Novak Djokovic; y donde ganaría por primera y única vez la Copa Davis (2014) junto a Stan Wawrinka.

En 2016 sufrió molestias constantes y terminó su año cayendo ante Milos Raonic en semifinales de Wimbledon, donde sufrió una caída durante un punto que a la postre derivaría en una lesión en su rodilla. Seis meses sin jugar, volviendo al circuito con 35 años, se convertía en un panorama muy difícil de remontar.

Fue en su regreso en Australia 2017 donde Federer escribiría con letras de oro su último gran baile, en una temporada que nunca se olvidará: disputando tres encuentros a 5 sets, incluida la final ante su archienemigo y eterno verdugo, Rafael Nadal, se llevaría el torneo para ganar su GS Nº18, el primero desde Wimbledon 2012.

La clave de aquel torneo y de su exitosa temporada, donde lograría el Sunshine Double (Indian Wells y Miami) y se llevaría Wimbledon sin ceder sets, fue la mejora en su revés: la inclusión a su equipo de trabajo del croata Iván Ljubicic fue trascendental para mutar su tiro de revés a un golpe más plano y recto, frente al cual sus rivales apenas encontraban respuestas.

52 victorias por 5 derrotas cerraban una temporada estratosférica para un hombre que producto de su buen hacer regresaría al Nº1 en 2018 con 36 años y 10 meses, siendo el más veterano en la historia del tenis en dicha posición. Australia 2018 sería su último Grand Slam, el 20º, aunque si se lo hubiese propuesto jamás hubiera imaginado que con dicha edad continuaría en la elite cosechando momentos gloriosos. Federer demostraba, por enésima vez, que a los grandes no se los debe dar jamás por muertos.

 38 total views,  1 views today